martes, 15 de agosto de 2017


BASILIO MARTÍN PATINO por Juan Mari Montes




Contaba alguna vez Martín Patino que la productora de “Nueve cartas a Berta” no terminaba de fiarse de que el director salmantino pudiera llegar a buen puerto con una película tan difícil como al parecer aseguraba que tenía perfilada en su coco. Entonces decidió marcarle estrechamente con una sombra que vigilase de cerca sus particulares y poco académicos modos, mucho más cerca de la pura improvisación que de la fidelidad a un guión que apenas si existía en un esquelético boceto con borrones al margen.
Esta sombra era el también director y guionista Ricardo Muñoz Suay, de quien terminaría siendo íntimo amigo. Con la excusa de la historia de aquellos estudiantes, Patino quería dejar constancia de la sociedad salmantina de los años 50 y rodar una escena en el Casino de Salamanca, donde apareciesen los miembros más respetables de la sociedad salmantina, la burguesía más acomodada y demás poderes fácticos. Reunida esta especie de jet set salmantina en el Casino, al verlos tan rígidos y estirados mirando fijamente a cámara como se mira a un retratista, Suay empezó a gritarles lo que cualquier sensato director de cine les habría advertido nada más poner los pies en el rodaje: que estaba prohibidísimo mirar de frente a la cámara, que se olvidasen de ella y se pusieran a hablar entre ellos con naturalidad.
Es entonces cuando Martín Patino, decide ejercer como auténtico jefe de la misma, contradiciendo precisamente todo lo que Muñoz Suay les pedía a aquellos tipos. Por más que los cánones del cine aconsejasen justamente lo contrario, él quería que aquella peña adinerada y respetable mirasen fijamente a la cámara si eso era lo que les apetecía en ese momento. Finalmente así quedarían maravillosamente retratados con esa mirada altiva, seca y orgullosa, también un tanto desconfiada y retadora, con la que aparecen en la película en una de las escenas más memorables y gloriosas del cine español y al mismo tiempo más original, insólita y atrayente.

Esta anécdota define a la postre extraordinariamente bien los materiales con los que Basilio Martín Patino fue construyendo su fascinante y ya histórico cine: la libertad, la rebeldía, la originalidad y ese fantástico retrato en blanco y negro que nos guste o no, tan bien dibuja nuestra sociedad en una época determinada.

La Gaceta de Salamanca, 15 agosto 2017.

domingo, 18 de junio de 2017


LAS TERRAZAS por Juan Mari Montes



Siempre he sido muy fan de las terrazas de los bares. Incluso para los no fumadores, escapar de las cuatro paredes y el bochorno de los locales cuando llega el buen tiempo, e instalarnos al fresco a tomar algo con hielo en buena compañía mientras observamos el panorama circundante y a la gente que camina de un lado para otro con mucha prisa hacia ninguna parte, es una delicia que acaso sólo podría estropearnos el asalto de un grupo de tunos que viniese a interpretarnos a traición eso de “Clavelitos de mi corazón”.
Sin embargo, he de confesarles que últimamente las terrazas me asustan. Y me asustan incluso así, como las concibe la autoridad responsable y competente: libre de cuchillos y tenedores, ceniceros, servilleteros y cualquier otro objeto punzante o contundente que pueda utilizarse como arma arrojadiza contra la gente desprevenida. Y es que tengo la impresión de que las terrazas en nuestra ciudad están creciendo y multiplicándose a tal ritmo, que como no se ponga coto a este desmadre, acabaran comiéndonos a todos los peatones como si fuéramos una ración de patatas bravas. Crecen de un año para otro y hasta pareciera que de un día para otro, como si las mesas y las sillas aprovechasen la recogida de madrugada, justo cuando los camareros las colocan unas sobre otras, para copular y multiplicarse sin medida necesitando al día siguiente unos cuantos metros cuadrados de plaza o acera más para instalarse más desahogadamente.
Tal es así, que existen zonas de Salamanca (pongamos por ejemplo la céntrica Rúa, que comunica el centro de la ciudad con la parte histórica), donde a ciertas horas del día la promiscuidad y alta demografía de las terrazas se ha desbordado tanto que ya es imposible poder transitar por ella sin tener que subirse a caminar sobre las mismas mesas con todo lo que eso tiene de antihigiénico e irrespetuoso para la clientela.

No me extrañaría que pronto hubiera que instalar guardias de tráfico en ciertas calles más congestionadas para salvaguardar la fluidez del traslado de los paseantes. O cuando menos, elaborar guías turísticas donde se nos detalle a los transeúntes calles alternativas por las que circular sin que algún barman nos asalte con esa pregunta de qué es lo que van a tomar los señores.

La Gaceta de Salamanca, 13 de junio de 2017

domingo, 11 de junio de 2017

LA DUODÉCIMA, LOS BOTES DE SPRAY Y EL ADIÓS AL MEDALLÓN 
por Juan Mari Montes




DOMINGO 4

Por segundo año consecutivo el Real Madrid consigue la Campions League, derrotando a la Juve por un contundente 4 a 1, con el que el equipo blanco sigue aumentando su colección de títulos hasta llegar a 12, cifra por el momento inalcanzable para el resto de clubs europeos, incluido ese en el que milita el jactancioso Piqué. “Tengo muchas ganas de bailar” declaraba Zidane resumiendo con la misma fantasía verbal que desprendía su mítico juego, el estado de ánimo de un entrenador que llegó al puesto con el desprecio y la desconfianza de los grandes filósofos de la prensa deportiva, pero que desde el primer día disfrutó del cariño del madridismo y del respeto de una plantilla portentosa que ha sabido administrar con inteligencia y mano blanda.

LUNES 5.

La noche del pasado sábado, sólo dos semanas más tarde del atentado en el concierto de Ariana Grande en Manchester, el terrorismo volvió a enseñar sus feas garras en Reino Unido con dos nuevos ataques, uno en el Puente de Londres y otro en el Mercado de Borough, que dejaron 8 nuevas víctimas mortales, 48 heridos y esa preocupante sensación de lo fácil que resulta matar y lo fortuito y aleatorio de esa macabra lotería en la que nos involucra a todos el extremismo islámico. En mitad de esa barbarie cobarde que retrata lo peor de lo que es capaz el hombre, sólo reconforta la valentía de Ignacio Echeverría, el joven español desaparecido esa noche, que nos devuelve la fe en el ser humano, al arriesgar su vida mientras intentaba salvar la de una desconocida. Desafortunadamente, más tarde de lo que sería recomendable, también supimos que sería uno de los asesinados.                                                         

MARTES 6.

El pan nuestro de cada día, nos puso el martes en la portada de los periódicos la cara del actual presidente de honor del PP de Valladolid, Tomás Villanueva. No hay dedos en una sola mano para detallar los delitos que presuntamente le atribuye La Fiscalía. Asómbrense: Revelación de secretos, tráfico de influencias, prevaricación, fraude a la administración, malversación, cohecho y blanqueo de capitales. Lo que no se acaba de comprender muy bien es cómo un político con tal querencia por asumir en primera y única persona tantos hechos tipificados en el código penal, ha estado ocupando durante más de veinte años los más altos cargos ejecutivos de un partido político en áreas tan diferentes como industria, comercio, turismo, educación, economía o empleo.

MIÉRCOLES 7

Con ocasión de la entrega de los premios Rey Jaime I, se reunían en Valencia 16 premios Nobel y al tiempo que otorgaban sus laureles redactaban un manifiesto mucho más importante dirigido a los poderes públicos y privados, reclamando más inversión en educación, muy especialmente en estos tiempos de dificultades sociales y económicas. También subrayaban, por si lo hubiéramos olvidado: “Además de un derecho fundamental de las personas constituye un instrumento de desarrollo, cohesión e inclusión social”. Mejor no saber que estaban pasando por televisión (¿“Sálvame de Luxe”?, ¿“La Isla de los famosos”?, ¿“El Gran Hermano”?) a la hora en que se hacía público este comunicado.

JUEVES 8

La muralla de Ciudad Rodrigo amanecía de nuevo pintada en el enésimo ataque llevado a cabo por los entusiastas más groseros del spray. Casamar,  corresponsal de La Gaceta en Miróbriga, atribuye el hecho a la falta de vigilancia. Sí, pero no nos engañemos. Lo que falta sobre todo es más educación y más cultura. La ignorancia sumada al aburrimiento es la pintura que llena hasta el borde los botes de sprays de estos desahogados colegas. Fijémonos en lo dibujado: 5 descomunales genitales masculinos y una frase de discreto vuelo literario: “Por los ex no se llora, uno los reemplaza”.

VIERNES 9

La modernización de la estación de autobuses está más cerca. El Consejo de Gobierno de la Junta acaba de dar el visto bueno a la ejecución de las obras para convertir la citada estación en una infraestructura de transporte homologable al siglo XXI. El problema es que han tardado tanto que ya hasta ni parece buena idea. La estación de autobuses es tan vetusta que empezaba a adquirir cierto valor arqueológico por su antigüedad. Probablemente no exista otra pieza igual en toda Europa. La cara de los viajeros que llegaban a nuestra estación de autobuses tenía el mismo color y asombro que la de alguien que de improviso penetra en un museo prehistórico. Fíjense en ello y reflexione la Junta.

SÁBADO 10


Demasiado tarde también, pero ahora sí. Ya podemos celebrar definitivamente la desaparición del medallón de Franco de nuestra Plaza Mayor, que a partir de este fin de semana lucía más hermosa, libre, moderna y decente que nunca, sin ese estúpido medallón esculpido, no como una simple representación de nuestra historia que es el argumento que utilizan los nostálgicos del régimen, sino como un homenaje del todo incompatible con nuestro actual sistema democrático.

La Gaceta de Salamanca, Domingo 11 de junio de 2017

miércoles, 7 de septiembre de 2016


REPORTEROS DE GUERRA por Juan Mari Montes
 
 
 

“Lo que quiero es que a la gente, cuando abra el periódico por la mañana, se le atragante el café” le explica Rebecca, una de las fotógrafas de guerra, a su hija, en uno de esos escasos periodos de felicidad de vuelta al hogar. La escena pertenece a una muy recomendable película de Erick Poppe titulada “Mil veces buenas noches”, en la que narra la historia de esta fotógrafa interpretada por la francesa Juliette Binoche y el danés Nikolaj Coster-Waldau. Película que en efecto, me acaba de atragantar el café.
El director Erick Poppe también fue fotógrafo de guerra y desde luego, parece que sabe muy bien lo que filma. Me temo que ese es el motivo por el que la película parece tan absolutamente real y sincera. También el motivo por el que nos cuela tan fácilmente en esta historia terrible que seguimos como si fuéramos los que estamos disparando detrás del objetivo oliendo la pólvora, pero también presos de ese vértigo de querer seguir cumpliendo con lo que intuimos que es nuestro deber solidaridad: ampliar el eco de los gritos desesperados que se escuchan allá. Así es como nos colocamos en la furgoneta de una mujer suicida que se dispone a estallar una bomba en Kabul y saltamos por los aires, antes de volver a casa, con un pulmón perforado y mucha metralla en los oídos. A la vuelta a casa, tropezamos con ese otro problema más íntimo y familiar. La tormenta emocional que se desata en casa cuando el marido de la fotógrafa se niega a seguir soportando la peligrosa vida que lleva su mujer, madre de dos niñas que hacen preguntas entre la inocencia, el abandono y el miedo a no volver a ver a su madre con vida.
No voy a destriparles la película, pero ahí queda para la reflexión esta película que hurga como un bisturí en ese dilema moral de cerrar los ojos a la barbarie e injusticia de allá o arriesgar la vida y la felicidad de nuestra gente por ponernos delante de los ojos todo lo que está ocurriendo ante un mundo que rueda despreocupado e indiferente. Pero en efecto, me pregunto qué sería del mundo sin la valentía de la gente que sigue ahí, recorriendo infiernos, para hacernos atragantar el café cada mañana al abrir cada el periódico.
 
 

 

domingo, 26 de junio de 2016

LA ESPAÑA BIPOLAR por Juan Mari Montes




A estas alturas, ya sabemos todos que hay dos Españas y que como decía Antonio Machado: una de las dos Españas va a helarnos el corazón. Está la España que en esta primera fase de la final de la Eurocopa deslumbró contra Turquía y esta la España que palmó contra los reservas de Croacia. La primera recuerda un poco a aquella que en su día fue campeona del mundo y ganó las dos últimas Eurocopas pero la segunda se parece un montón a la que salió trasquilada en último campeonato en Brasil.
Lo curioso es que las dos están entrenadas por Del Bosque, que también parece bipolar como la misma selección. Cuando España despliega un juego extraordinario, lleno de goles, velocidad y sombreritos de Iniesta, enseguida sale Del Bosque en una rueda de prensa para advertirnos que aún no hemos ganado nada y que sería conveniente que rebajásemos un poco la euforia; pero cuando España nos ha matado de aburrimiento con tanto pase insulso y juego cansino y lento, de pronto se nos aparece Del Bosque por tierra, mar y aire riñéndonos porque dice que somos unos aguafiestas, que no nos conformamos con nada y que deberíamos apoyar más a nuestra selección porque el objetivo, que era pasar a la siguiente ronda, está ya conseguido.
Lo malo es que nadie sabe a ciencia cierta que España aparecerá en estos próximos partidos que se acercarán definitivamente las selecciones verdaderamente grandes (Italia, Alemania, Francia…). ¿Nos aparecerá la España grandiosa que ganó las últimas Eurocopas y el Mundial de Sudáfrica o la España que no es capaz de marcar un gol al Arco Iris? La cuestión es tan difícil como averiguar si Piqué estaba haciendo una peineta al himno o se estaba crujiendo los dedos. Lo malo es que en las anteriores Eurocopas no nos hacíamos esta pregunta.


sábado, 25 de junio de 2016

MITINES A DOMICILIO por Juan Mari Montes



Llamaron al timbre, abrí y en una milésima de segundo, tenía a Rajoy en mitad del salón gritando eso de que nos atacan los radicales y extremistas. Me pilló muy desprevenido pero con unos reflejos asombrosos salté detrás del sofá para esconderme. Uno ya no puede estar tranquilo ni en casa. Menos mal que Don Mariano me tranquilizó: “No hombre, salga usted, estos señores que me acompañan son simplemente mis guardaespaldas y venimos a hablarle de lo mucho que nos jugamos el 26 J”.  Ah, coño, vale, acabáramos, qué susto.
A pesar de lo que pudiera parecer, teniendo a Rajoy hora y media dándome el tostón en mi sofá, con el tiempo he adquirido cierta soltura para deshacerme de los agentes comerciales, así que poco a poco fui sacando al presidente de casa pero justo al cerrar la puerta oigo gritar a mi mujer desde la cocina. Corro allá y me encuentro que acaba de colársele por la ventana Pedro Sánchez. Tal cual. Como un mochuelo desorientado. Pedro es mucho más guapo en persona que en la tele y en menos de un minuto, nos lava el cerebro a los dos, con el cuento de que si votamos al PSOE ahora sí va a hacer todo lo que no le dio la gana cuando gobernó. Acto seguido nos da la mano y se arroja de nuevo por la ventana sin recordar que vivimos en un tercero. No queremos asomarnos porque seremos inocentones pero también muy sensibles con las escenas escabrosas.
Acto seguido oigo discutir a mi hijo en su habitación. Pego la oreja a la pared y resulta que en vez de estudiar Fisiopatología para el examen del jueves, está discutiendo con Errejón sobre su futuro que según Iñigo se le presenta feo feo y lejos de España. A saber por dónde se le ha colado el tipo en la habitación. Sospecho que hablan por Skipe. Con todo, los dejo, no quiero invadir la intimidad de mi hijo que para esas cosas es muy especial.

Un poco mareado de tantas emociones fuertes y mítines, me dirijo al dormitorio con la idea de descansar. De pronto ahí entre las sábanas aparece Inés Arrimadas, de la que estoy platónicamente enamorado. En fin, soy todo un caballero. No daré detalles. Así que aquí acaba el relato. 
LA CAMISETA DE CRISTIANO por Juan Mari Montes



Al término del encuentro Portugal-Islandia, el capitán de la selección islandesa, Alan Gunnarsson, le pidió intercambiar la camiseta a Cristiano Ronaldo. La petición llevaba su dosis de imprudente osadía ya que Portugal acababa de empatar un partido que ganaba en cualquier apuesta y de que Gunnarsson había cosido a faltas al astro portugués que caminaba hacia el vestuario con cara de pocos amigos. Pero Cristiano aceptó el intercambio advirtiéndole, como sucede tan habitualmente en estos casos, que el intercambio lo harían en vestuarios. Y así fue. Al llegar al túnel, los capitanes intercambiaron la camiseta. No es que servidor tuviera la suerte de acercarse a ver el partido y colarse como un ser invisible en la conversación entre los dos jugadores, lo sé porque el propio Gunnarsson contó la anécdota tras el encuentro.
Resulta, sin embargo, que uno de los miles de periodistas deportivos que odian a Cristiano (a saber cuántos goles le habrá marcado el portugués al equipo de sus amores) con un exceso de calenturienta  imaginación inventó que lo que Cristiano había contestado a Gunnarsson cuando este le pidió la camiseta fue: “¿Mi camiseta? ¿Quién eres tú?”. Obviamente, entre lo que ocurrió realmente y lo que este periodista del diario alemán Bid escuchó responder a Cristiano, va un mundo, pero reconozcamos que es mucho más interesante la respuesta inventada por él, que la verdad y por supuesto, la que más conviene para vender periódicos y seguir propagando el odio hacia un futbolista, que como todo los grandes de la historia, va regalando felicidad a todos los aficionados de los equipos en los que ha militado batiendo records de goles, pero también bastante frustración al resto de aficionados, que obviamente son algunos más.

En consecuencia, y dejando las redes sociales aparte para las que me temo que ya no hay remedio, pongan en cualquier buscador “Cristiano”, “Gunnarsson” y la pregunta “¿Quién eres tú?” y ahí tendrán inmediatamente un listado interminable de diarios supuestamente serios para los que es mucho más importante propagar una mentira interesada y sin contrastar, cuyo único objetivo es denigrar el honor de un personaje público que una verdad fácilmente comprobable pero sin interés noticiable. Y no se sorprendan demasiado, si en esta lista de periódicos no falta ni uno sólo de los principales diarios catalanes.