TU RECUERDO
Aquel día de hace quince
años terminábamos una pequeña gira por algunos teatros de Castilla León.
Presentábamos nuestro disco “Mil pájaros”, un trabajo que habíamos grabado en
Madrid con sus melodías y mis textos. Acabábamos de actuar en un teatro de
Soria y la actuación había ido mejor que nunca así que con cierta euforia lo
celebrábamos en el único pub que a las tres de la mañana tenía la gentileza de seguir
abierto para dos colegas que más que cantar lo que les gustaba era reunirse a
charlar alrededor de una guitarra. Entonces reíamos. Y nos reíamos con ganas,
completamente atacados, doblándonos de la risa, como si fuéramos a partirnos en
dos mitades con aquellos ataques que solían durar sus buenos cinco minutos.
En aquel pub de
Soria, mientras se encendía un cigarrito muy enigmáticamente José María Casas
me dijo: “Juan Mari ayer iba en el coche y escuché una canción que me puso la
piel de gallina”. De pronto, sin saber por qué se me vino a la cabeza un
título. “No me digas cual. Escribe el título en una servilleta que te lo pienso
adivinar”. Mi disposición tan resuelta para acertar con la melodía que le había
emocionado, entre millones y millones de canciones que existen, sólo podía
tener una base y no era precisamente científica: las copas que un servidor
llevaba encima esa noche. Sin embargo, la acerté: “Stand By Me” y no en cualquier
versión de Lennon o Celentano, sino en la original de Ben E King.
Algo parecido me pasó
el sábado, cuando me dieron la noticia de su inesperada muerte. La única que
hoy me importa borrando esa que ocupa los titulares. Durante los últimos días sin
saber muy bien el motivo tenía instalado permanentemente en mi cabeza su nombre.
Y de pronto me lo dijeron trayéndome esa infinita tristeza que trae ese vuelo final
inesperado que se lleva para siempre un trozo importante de nuestras vidas.
Durante los últimos años nos hemos visto poco y a destiempo y ahí se ha quedado
una larga conversación pendiente de dos amigos que han compartido muchas tardes
felices, carreteras y escenarios. Buen viaje amigo. Nunca olvidaré tu
maravillosa voz de terciopelo cantando a mi lado. Y tu risa.
Stand by me. Querido Juan Mari no sabes cómo me llega tu emocionante recuerdo del 'Casas'. De entre ello queda ese que siempre me acompaña, como un lujo de entre los ángeles, sentir cómo cantabais una y otra noche, entre amigos y en el alma. Como quien acaba de enterarse de la tristeza leo tu artículo y me devuelves el gozo de cuanto llevamos. Gracias, by heart.
ResponderEliminarUn abrazo,
Aníbal Lozano