TERTULIANOS
por Juan Mari Montes
Si
ustedes comienzan a perder el norte como yo en este indeciso cuaderno de dudas,
si a estas alturas ya no saben quiénes son exactamente los buenos y quiénes los
malos de la película en este fuego cruzado entre sanguinarios rebeldes y sádicos
bastiones de Gadafi, si acaso se preguntan quién miente con más convicción si EEUU
acusando a dirigentes chavistas de narcotráfico o Venezuela achacando estas
imputaciones a las políticas de apoyo a las FARC, si no tienen claro quién hace
más el ridículo si Pablo Milanés cantándole canciones de amor a los exiliados
cubanos en Miami o Silvio Rodríguez, aferrado a la añeja revolución; esto les
sucede porque no habrán tenido la oportunidad de escuchar con atención a los
infalibles tertulianos, esa especie superior de sabios sisebutos, que al
término de cualquier informativo, nos analizan, desmenuzan y solucionan los más
obtusos problemas mundiales que se pongan a tiro por dificultosos que éstos
sean.
Fíjense
como los tertulianos intuyen el insospechado comportamiento de los mercados
varios segundos antes de que lo atisben los más preparados economistas.
Perciban cómo son capaces de adivinar el momento preciso en que nuestro país
rebasa los límites de la contaminación de ozono antes de que lo denuncien los
expertos en medioambiente. Asómbrense de cómo les dirán esta misma mañana con
mucha más precisión que cualquier encuesta, los votos exactos que el PP le
sacará en las próximas elecciones al PSOE. Y si acaso no son multimillonarios, será
porque no les apetece serlo, ya que también saben los resultados de todos los
encuentros de fútbol que tendrán lugar la próxima jornada y podrían rellenar en
cualquier momento el boleto quinielístico que todos soñamos tener en el
bolsillo.
Supongo
que si fuéramos un poco más inteligentes en lugar de cultivar el más empecinado
escepticismo, estaríamos sacando inmediatamente a los tertulianos de los
estudios de radios y de los platós de televisión, para que ocupasen los puestos
con más responsabilidad de todos los organismos y estamentos del poder. Apuesto
a que nos arreglaban este mundo que tanto nos agobia en sólo un cuarto de hora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario