martes, 8 de marzo de 2011

TORRENTE 4




En primer lugar y para no llevarnos a engaño que tienda a relajarles a ustedes el ánimo y a bajar las defensas ante el implacable acoso, conviene advertir enseguida que no se conocen recetas infalibles para escapar de Torrente 4. Se puede y se debe intentar luchar contra ello, sin embargo, adoptando ciertas normas básicas de conducta que nos ayudarán en lo posible a mantenernos a salvo, pero considerando que lo más normal es que no lo logremos, en cuyo caso, el mejor consejo es resignarse, acudir al psicólogo de guardia en busca de antídoto para tratar de contrarrestar en lo posible los daños morales en nuestra sensibilidad y desde luego confabularnos más seriamente para estar un poco más listos dentro de dos años, cuando la productora comience a anunciar el estreno de la próxima película de la saga, que si Dios no lo remedia, ya será Torrente 5.

Prescindan en primer lugar de todos esos espacios de radio de actualidad y entrevistas que se conocen como de variedades. Por todos ellos pasará el simpático Santiago Segura, con su verbo grácil y cachondo jurándoles que Torrente 4 no es un insulto a la inteligencia, o una película vulgar, hortera, chusca, burra sino una irónica y mordaz crítica a nuestra actual sociedad, rodada al estilo neorrealista italiano. Si encienden la radio, por tanto, esta semana, céntrense solamente en sintonizar programas conceptuales como tertulias políticas, retransmisiones del santo rosario, partes meteorológicos, espacios de sexología, o conecten con programación local en la que será improbable que llegue Segura como invitado. Lo dicho para la radio, sirve para televisión. Huyan de magazines y conecten documentales, teletienda, partidos de fútbol, o El Gran Hermano, aunque en este último caso no sé si es mejor el remedio que la enfermedad. Por supuesto, los espacios dedicados al cine, prohibidísimos. Son auténticas minas antipersonales esta semana y la que viene.

En cuanto a los periódicos, en primer lugar arrojen a la basura todas las revistas dominicales que les acompañan. Es bien seguro que en ellas aparecerá la cara de Santiago Segura sonriendo o lo que es peor alguno de los supuestos actores de la misma como el cantante Francisco o el hijo de la tonadillera Isabel Pantoja y el torero Paquirri. En cuanto al periódico en sí, suspendan ustedes su lectura allá por la sección de anuncios por palabras pues detrás de ella, Torrente les acecha tendiendo sus maquiavélicas redes. Claro, que estoy pensando que si ustedes están leyendo este artículo, precisamente titulado Torrente 4, ya deben estar bien contagiados del virus, con lo cual no sé a qué a viene el resto de recomendaciones. Ya les advertí que escapar del efecto Torrente, sería prácticamente imposible. Lo siento de corazón.

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