lunes, 29 de noviembre de 2010

ZAPATERO


Esta semana pasada en mi correo electrónico sólo han entrado unos cuarenta y cinco chistes ridiculizando a Zapatero. Es una rácana cosecha comparándola con los que llegaban meses atrás. He estado haciendo unas comprobaciones por si tal vez tuviera la bandeja del correo repleta con los chistes sobre Zapatero que llegaron anteriormente, pero en realidad, aún quedaban unos noventa megas disponibles, es decir, espacio suficiente para almacenar otra tanda de doscientas o trescientas gracietas más. También he contactado con mi servidor de correo por si hubiera algún problema con la compañía que tengo contratada mi cuenta, pero me han dicho que esta todo perfecto. Tal vez solo sea que el gabinete de creativos habilitado por la oposición para confeccionar este tipo de chistes contra el Presidente del Gobierno haya pillado algún virus gripal, intestinal o informático, que les tenga fuera de juego momentáneamente.
La verdad es que ahora que lo pienso detenidamente, esta inesperada crisis en la circulación de chistes contra nuestro doble de Mr. Bean, ya la estábamos percibiendo desde hace algunas semanas atrás. Yo diría que el punto de inflexión tal vez haya sido la última remodelación del Gobierno. De hecho las últimas semanas sólo he recibido unos ochenta chistes de éstos cuando la media rondaba los ciento cincuenta, con picos que subieron a los trescientos cuando salieron aquellas surrealistas fotos de las hijas góticas del matrimonio Zapatero en compañía de los Obama. En realidad, estas últimas cifras son prácticamente similares a las que se dan en los meses de verano cuando la mayor parte de los inventores de chistes contra Zapatero están tirados en alguna playa paradisíaca en vez de trabajar para la causa del cachondeo de la derecha española. Y además, hay que reconocer que los chistes que llegaban últimamente contra Zapatero estaban perdiendo gracia, eran más chabacanos que inteligentes, más biliosos que imaginativos y en general muy repetitivos.
En cualquier caso, les cuento esto porque aunque parezca tontería, acaso algún analista político, pudiera ver en este curioso hecho algún pequeño atisbo en la recuperación económica del país. Necesitamos un poco de optimismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario