
Oigo que la primera moda estrafalaria del año viene una vez más ligada al negocio de la restauración y la gastronomía, sin duda uno de los sectores en el que últimamente más agudizado anda el ingenio, supongo que por aquello que recomendaban nuestros viejos dichos de que “lo principal y lo primero es salvar el comedero”. Lo cierto es que ahí, frente a la luz inspiradora de los fogones, se está investigando y experimentando con singular y envidiable empeño, creando tendencias y vanguardias muy por encima del resto de oficios y actividades. Así resulta que están arrasando en buena parte de Europa los restaurantes franquicia del “Dans le Noir” (ya saben, en francés: en la oscuridad).
En ellos se adentran los sufridos comensales como en boca de lobo, torpes y desorientados, ciegos sin haber probado vino, guiados por invidentes (que son los que ejercen de diligentes camareros) hacia el asiento y la vianda del día. Ahí se les sirve, supongo que sin la meliflua inspiración decorativa que propagó la llamada nouvelle cuisine, lo que toque almorzar y ahí van llenando sin ver ni un pimiento su estómago entre risas, tropezones, sustos, metidas de mano y todo lo que ustedes puedan imaginarse que pueda acontecer en una cueva que con tanta imprudencia y arrojo ignora los servicios de Iberdrola.
Déjenme confesarles que el invento me parece una mayúscula bobada, otra estupidez mas de nuestros modernos, aburridos y ociosos norteños que estoy seguro que encontrará dificultosa expansión por estos contornos en los que necesitamos mucho mirar bien lo que nos llevemos a la boca y en compañía de quien. Para solidarizarse con la negrura sin fin de los invidentes (que es la excusita solidaria de la tontería), no creo necesario complicar la vida del resto. Basta que se la faciliten a los invidentes, desechando escaleras y construyendo sencillos accesos. Y si acaso, quieren innovar ofrezcan mejores platos y a mejor precio o sienten en la mesa a algún mendigo. Y nosotros solos, nos ocuparemos de estimular y exaltar los sentidos del tacto, el olfato y el oído con otro tipo actividades que ya se me están ocurriendo.
Publicado originalmente en La Gaceta el día 5 de enero de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario