martes, 1 de diciembre de 2009

FACEBOOK



Curioso el éxito desorbitado y mundial de la red social Facebook, que a estas alturas ya presume de haber dejado un poco obsoletos otros inventos más o menos recientes de otras comunidades virtuales como Live Spaces, Tuenti, Hi5, Twitter, o Myspace (en éste último club, es donde un servidor se toma sus copas). No todos los entusiastas usuarios supongo lo perciben, maniatados a la cháchara insustancial del teclado, pero sospecho que acabarán cayendo en tremenda crisis de ansiedad si un día por casualidad desaparece de pronto de sus vidas, bien sea por iniciativa propia o porque algún tribunal obligue a la empresa a cerrar el quiosco, por ejemplo, por violar la privacidad de sus usuarios como apuntan demasiados expertos en tecnología o como ya denuncia la Canadian Internet Policy And Public Interest Clinic.
Me pregunto dónde irán a parar entonces todos los perfiles de modernos internautas que la utilizan con el lote de curiosidades añadidas: películas favoritas, libros de cabecera, discos fundamentales, pensamientos peregrinos, excitantes experiencias, manías sexuales, días de cumpleaños. ¿Qué agujero negro se tragará a los seiscientos amigos que se agregaron como cromos al álbum de una colección interminable? Y sobre todo, ¿dónde podrán alojarse entonces esos millones de personas que se entretienen a diario desde los más inciertos rincones del globo terrestre con el juguete que empuja a exponer universalmente las fotografías de las últimas vacaciones, la fundación de un club de fans de la actriz más hermosa del mundo, a desahogarse poniendo a parir a profesores incompetentes o jefes explotadores, a flirtear virtualmente con absolutos desconocidos o a redactar entretenidos o aburridos diarios?
Seguramente acabarán navegando perdidos y ansiosos por la red en busca de otro cobijo social que les ampare. O puede que algunos comiencen entonces a salir de la realidad virtual en que se han convertido sus vidas para darse de bruces con la cruda realidad: ese lugar frío y arisco donde habitan personajes y asuntos aparentemente extraños pero tremendamente reales como la familia, la pareja, los amigos, el trabajo, las calles, algún libro, el ladrido de un perro, las facturas, la vacuna contra la gripe, los periódicos, la crisis.

PUBLICADO ORIGINALMENTE EN LA GACETA EL DÍA 1 DE DICIEMBRE DE 2009

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