Trato de psicoanalizar estos impulsos. Entender, por ejemplo, por qué motivos, un tipo tan decididamente alérgico como yo a todo tipo de banderas, naciones, nacionalidades, nacionalismos, parcelitas, fronteras y cuya única patria que reconoce es su familia y la gente que quiere y que le quiere, acaba plantando una bandera española en el balcón. Intuyo que lo hago por joder y aclarar cosas ¿Pero a quién? Veamos.
Parece mentira pero este pasado domingo, al día siguiente de que la selección de fútbol española se colase por primera vez en su historia en una semifinal de los mundiales, el Diario Sport de Barcelona abría en portada con la noticia de la existencia de un vago interés de algún club italiano por fichar al delantero del Barcelona, Zlatan Ibrahimovic. Según el diario Sport la imagen más importante de ese día era Ibrahimovic controlando un balón en algún encuentro de la temporada pasada, al tiempo que ignoraba la histórica victoria del día anterior de España sobre Paraguay, un acontecimiento que llenaba las portadas de la prensa deportiva (y no sólo de la prensa deportiva) en medio mundo. Curioso también que ya en el interior del periódico, tampoco apareciese la palabra España en el titular que el torticero diario deportivo catalán dedicaba la la crónica del partido entre España y Paraguay. El titular era: “A semis gracias al estilo Barça”. Es decir, a tenor de los periodistas que trabajan en la redacción de este diario catalán (ojo, con un 40 % de sus ventas fuera de Cataluña), es seguro que el portero de la selección española, Iker Casillas, detuvo el penalty que nos libró del primer gol de Paraguay y de una probable derrota, gracias a que lo detuvo al estilo Barça. Y me pregunto: ¿Cómo cojones se detiene un penalty al estilo Barça? No descarten la posibilidad de que próximamente veamos un titular en este diario que nos venga a decir que Nadal juega a tenis al estilo futbolístico del Barça. Tiempo al tiempo.
En efecto, voy entendiendo los motivos de haber colocado la bandera española en mi balcón. Aupa España.
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